El Palio de Siena es tal vez la carrera de caballos más antigua del mundo occidental. De origen medieval, se lleva a cabo en la Piazza del Campo, en la ciudad de Siena (Italia), durante el verano europeo, en dos fechas fijas: el 2 de julio, en honor a la Virgen de Provenzano, y el 16 de agosto, en honor a la Asunción de la Virgen. Cada año, por sorteo, participan en ellas representantes de 10 de las 17 "contradas" (barrios o distritos) de la ciudad, equipos la mayor parte de los cuales lleva nombres de animales, ya sean reales (águila, oruga, caracol, lechuza, jirafa, puercoespin, loba, oca, pantera, tortuga) o imaginarios (dragón, unicornio). El evento es además precedido por un "cortejo histórico". El siguiente video rescata algunas imágenes sumamente pintorescas de ese desfile previo.
Ademas de este desfile, otra pintoresca tradición previa a la carrera es la bendición de los caballos, ceremonia para la cual cada equipo lleva a su caballo a la iglesia correspondiente a su distrito, tal como lo documenta la siguiente foto.
La largada de la carrera es también notable, ya que nueve caballos se colocan en la línea de largada y el décimo se ubica al fondo, iniciándose la competencia cuando este último arranca al galope entre los otros nueve.
Durante la competencia los participantes no se caracterizan precisamente por sus "buenas maneras", por lo que las caídas de los jinetes son frecuentes, pero de todos modos lo que importa es que el caballo llegue a la meta. Si lo hace con o sin jinete no importa. En el siguiente video advertimos la significativa cantidad de caballos que han quedado sin jinete y continúan no obstante en la competencia.
Concluidas pues las tres vueltas a la plaza (la carrera dura apenas unos 90 segundos) el caballo ganador accede al premio, que es justamente un "palio", esto es, un estandarte especial. Tales estandartes son elaborados cada año por diferentes artistas (en general artistas italianos diseñan los del 2 de julio y se convoca a artistas extranjeros para diseñar los del 16 de agosto). Y si bien los estandartes deben respetar ciertos parámetros iconográficos predeterminados, los artistas despliegan su creatividad generando producciones sumamente interesantes, como por ejemplo la de la siguiente imagen, obra del colombiano Fernando Botero
Como dato adicional, un juego popular entre los niños (y adultos) en Siena es el juego del Barberi, que consiste en una estructura de madera conformando una pista de carreras, en la cual "corren" bolas de madera pintadas con los colores de cada una de las contradas o equipos, en un simulacro de la competencia.