Una cosmogonía es una doctrina de la creación, una serie de creencias
sobre la creación del mundo. El término en griego significa justamente eso,
generación del cosmos, origen del cosmos.
En la antigüedad,
en la región menfita, entendida en sentido amplio como la región que queda
inmediatamente al sur del vértice del Delta del Nilo, se encontraba la ciudad de Heliópolis. (En realidad, Heliópolis es el nombre que los griegos
dieron a esta ciudad y significa la Ciudad del Sol, a partir del griego, "Helios", Sol, y "Polis", ciudad.)
Heliópolis es el centro de origen de la religión solar egipcia, cuyas divinidades advienen a la existencia por tres modos diversos: generación "espontánea" (BenBen, Benu y Atum), eyección de fluidos corporales en forma individual, léase "escupidas, expectoradas, eyaculadas" (Shu y Tefnut), y finalmente, por unión heterosexual (Geb y Nut, Osiris, Isis, Seth y Neftys).
LA EMERGENCIA DE LA COLINA PRIMORDIAL O BENBEN
Según los sacerdotes heliopolitanos, antes de la creación
solo existía el Nun, un universo acuoso, en tinieblas y en silencio. El
primer ente emergido de las aguas del Nun es una Colina Primordial, que recibe el nombre de Benben.
La emergencia del BenBen implica la aparición de la
tierra frente al agua.
El objeto de culto
más importante del templo solar de Heliópolis era el llamado Benben, o colina
primordial, una piedra meteórica, que –en tanto caída del cielo- los
heliopolitanos consideraban una manifestación del propio Dios Solar. Esta
piedra no ha llegado hasta nosotros, pero los egiptólogos creen poder
reconstruir su forma a partir de dos signos jeroglíficos contenidos en dos
pasajes de los Textos de las Pirámides. e trata de un
signo que reproduce un objeto vertical, más ancho en la parte inferior que en
la superior y con el extremo superior acabado en una forma más o menos
redondeada.
EL PAJARO PRIMORDIAL Y SU GRITO
Un segundo ente aparecido en el
momento de la creación es el pájaro primordial, que emite un primer grito. Este
grito implica la aparición del sonido frente al silencio. El pájaro primordial
recibe el nombre de ave Benu, derivado del verbo uben, que
significa surgir, elevarse, porque en efecto, el ave Benu, el pájaro primordial,
se eleva hacia el cielo a partir de la colina primordial.
El ave Benu se representa de dos maneras: como una garza
real, identificable por las plumas horizontales en la parte posterior de la
cabeza,
o bien como un ave conocida como la "lavandera egipcia", como en el siguiente pasaje de los Textos de las Pirámides, en que también se la representa dentro de un rectángulo. El rectángulo sirve para anotar el término "mansión", entonces ahí se nos está
hablando de la mansión del ave Benu.
EL DEMIURGO SOLAR: ATUM
El tercer ente que aparece es el demiurgo solar, es decir, el dios Sol, Atum. El advenimiento
de Atum implica la aparición de la luz frente a las tinieblas.
El demiurgo solar es una
divinidad que tiene tres aspectos:
-
Khepri que corresponde al sol de la mañana,
-
Re, que corresponde al
sol cenital, y
-
Atum que corresponde al sol del
atardecer.
En
la imagen observamos: A la izquierda el dios Khepri, con cabeza de escarabajo.
En el centro el dios Re, con cabeza de halcón y tocado con el disco solar y el
ureo, y a la derecha el dios Atum, con forma humana y tocado con doble
corona.
EL DEMIURGO CREA LA PRIMERA PAREJA
DIVINA: SHU Y TEFNUT
Una vez que el demiurgo ha
aparecido, es él quien continúa la tarea de la creación y lo hace creando la primera
pareja divina, los dioses Shu y Tefnut, Y puesto que el
demiurgo se encuentra solo, los procedimientos que emplea para crear tienen que ver con la emisión de líquidos de su cuerpo. Así, en un pasaje de los textos de
las pirámides se dice: Oh Atum-Khepri, tú has escupido a Shu y has expectorado a Tefnut. (TP 600, Pyr.
1652a-c)
En la siguientes secuencias jeroglíficas se advierte el signo de
un león escupiendo que forma parte de la grafía de los verbos escupir y
expectorar.
Ahora bien, en otro pasaje de los
textos de las pirámides puede leerse lo siguiente: Es Atum quien vino a la existencia como aquel que se masturbó en
Heliópolis, agarró su falo con su puño para provocar un orgasmo con él. Y los dos hijos-hermanos nacieron, Shu y Tefnut. (TP
527, Pyr. 1248a-d) El texto es elocuente, y en la secuencia jeroglífica
inferior aparece el signo jeroglífico que evoca la acción de la masturbación.
LA SEPARACION DE GEB (LA TIERRA) Y NUT (EL CIELO) POR SHU (EL AIRE)
Y ahora si, una vez que Shu y Tefnut han sido
creados, son ellos los que generan la segunda pareja divina, formada por los dioses
Geb, que simboliza la tierra, y Nut, que simboliza el cielo. Y seguidamente se
produce la separación entre el cielo y la tierra, es decir, la separación de
Geb y de Nut por su padre Shu, el dios del Aire, que queda entre ambos. La separación del
cielo y la tierra se representa iconográficamente así: El dios Geb aparece en el suelo, mientras
que la diosa Nut aparece en forma de arco sobre él. Entre ambos tenemos al dios Shu
que sostiene a Nut hacia arriba. En las piernas y en los brazos de Nut, podemos
ver la barca en la que navega el dios Solar.
De la unión de Geb y Nut nace la
cuarta generación de dioses primordiales, que son: Osiris, Isis, Seth y
Neftis, es decir, los dioses del ciclo osiríaco, que se encuentra
incorporado en las creencias solares heliopolitanas. Tenemos, pues, nueve
dioses en total, que conforman la llamada Enéada de Heliópolis.