miércoles, 16 de enero de 2019

Nun, BenBen, Benu, Atum & Co (por Alba Perez Romero)


Una cosmogonía es una doctrina de la creación, una serie de creencias sobre la creación del mundo. El término en griego significa justamente eso, generación del cosmos, origen del cosmos. 

En la antigüedad, en la región menfita, entendida en sentido amplio como la región que queda inmediatamente al sur del vértice del Delta del Nilo, se encontraba la ciudad de Heliópolis. (En realidad, Heliópolis es el nombre que los griegos dieron a esta ciudad y significa la Ciudad del Sol, a partir del griego,  "Helios", Sol, y "Polis", ciudad.) 



Heliópolis es el centro de origen de la religión solar egipcia, cuyas divinidades advienen a la existencia por tres modos diversos: generación "espontánea" (BenBen, Benu y Atum), eyección de fluidos corporales en forma individual, léase "escupidas, expectoradas, eyaculadas" (Shu y Tefnut), y finalmente, por unión heterosexual (Geb y Nut, Osiris, Isis, Seth y Neftys). 



LA EMERGENCIA DE LA COLINA PRIMORDIAL O BENBEN

Según los sacerdotes heliopolitanos, antes de la creación solo existía el Nun, un universo acuoso, en tinieblas y en silencio. El primer ente emergido de las aguas del Nun es una Colina Primordial, que  recibe el nombre de Benben. La emergencia del BenBen implica la aparición de la tierra frente al agua.

El objeto de culto más importante del templo solar de Heliópolis era el llamado Benben, o colina primordial, una piedra meteórica, que –en tanto caída del cielo- los heliopolitanos consideraban una manifestación del propio Dios Solar. Esta piedra no ha llegado hasta nosotros, pero los egiptólogos creen poder reconstruir su forma a partir de dos signos jeroglíficos contenidos en dos pasajes de los Textos de las Pirámides. e trata de un signo que reproduce un objeto vertical, más ancho en la parte inferior que en la superior y con el extremo superior acabado en una forma más o menos redondeada.




EL PAJARO PRIMORDIAL Y SU GRITO

Un segundo ente aparecido en el momento de la creación es el pájaro primordial, que emite un primer grito. Este grito implica la aparición del sonido frente al silencio. El pájaro primordial recibe el nombre de ave Benu, derivado del verbo uben, que significa surgir, elevarse, porque en efecto, el ave Benu, el pájaro primordial, se eleva hacia el cielo a partir de la colina primordial. 

El ave Benu se representa de dos maneras: como una garza real, identificable por las plumas horizontales en la parte posterior de la cabeza, 


o bien como un ave conocida como la "lavandera egipcia", como en el siguiente pasaje de los Textos de las Pirámides, en que también se la representa dentro de un rectángulo. El rectángulo sirve para anotar el término "mansión", entonces ahí se nos está hablando de la mansión del ave Benu.




EL DEMIURGO SOLAR: ATUM

El tercer ente que aparece es el demiurgo solar, es decir, el dios Sol, Atum. El advenimiento de Atum implica la aparición de la luz frente a las tinieblas.
          
El demiurgo solar es una divinidad que tiene tres aspectos:
-        Khepri que corresponde al sol de la mañana,
-        Re, que corresponde al sol cenital, y
-        Atum que corresponde al sol del atardecer.

            En la imagen observamos: A la izquierda el dios Khepri, con cabeza de escarabajo. En el centro el dios Re, con cabeza de halcón y tocado con el disco solar y el ureo, y a la derecha el dios Atum, con forma humana y tocado con doble corona.




EL DEMIURGO CREA LA PRIMERA PAREJA DIVINA: SHU Y TEFNUT

Una vez que el demiurgo ha aparecido, es él quien continúa la tarea de la creación y lo hace creando la primera pareja divina, los dioses Shu y Tefnut,  Y puesto que el demiurgo se encuentra solo, los procedimientos que emplea para crear  tienen que ver con la emisión de líquidos de su cuerpo. Así, en un pasaje de los textos de las pirámides se dice: Oh Atum-Khepri, tú has escupido a Shu y has expectorado a Tefnut. (TP 600, Pyr. 1652a-c)

En la siguientes secuencias jeroglíficas se advierte el signo de un león escupiendo que forma parte de la grafía de los verbos escupir y expectorar.




Ahora bien, en otro pasaje de los textos de las pirámides puede leerse lo siguiente: Es Atum quien vino a la existencia como aquel que se masturbó en Heliópolis, agarró su falo con su puño para provocar un orgasmo con él. Y los dos hijos-hermanos nacieron, Shu y Tefnut. (TP 527, Pyr. 1248a-d) El texto es  elocuente, y en la secuencia jeroglífica inferior aparece el signo jeroglífico que evoca la acción de la masturbación.




LA SEPARACION DE GEB (LA TIERRA) Y NUT (EL CIELO) POR SHU (EL AIRE)

Y ahora si, una vez que Shu y Tefnut han sido creados, son ellos los que generan la segunda pareja divina, formada por los dioses Geb, que simboliza la tierra, y Nut, que simboliza el cielo. Y seguidamente se produce la separación entre el cielo y la tierra, es decir, la separación de Geb y de Nut por su padre Shu, el dios del Aire, que queda entre ambos. La separación del cielo y la tierra se representa iconográficamente así: El dios Geb aparece en el suelo, mientras que la diosa Nut aparece en forma de arco sobre él. Entre ambos tenemos al dios Shu que sostiene a Nut hacia arriba. En las piernas y en los brazos de Nut, podemos ver la barca en la que navega el dios Solar.



De la unión de Geb y Nut nace la cuarta generación de dioses primordiales, que son: Osiris, Isis, Seth y Neftis, es decir, los dioses del ciclo osiríaco, que se encuentra incorporado en las creencias solares heliopolitanas. Tenemos, pues, nueve dioses en total, que conforman la llamada Enéada de Heliópolis.