Los mantos regios son realizados a partir de la piel
de la rata de Armenia, más conocida como armiño. El animal es pardo en verano y
blanco en invierno, época en que mantiene únicamente la mosqueta negra de la
punta de la cola.
Una de las
más famosas representaciones artísticas de dicha criatura es “Dama con armiño”
de Leonardo Da Vinci, (si bien durante muchos años se dudó de la verdadera
autoría de la pintura).
A pesar de
las discusiones acerca de si el animal es un armiño o un hurón, lo que se sabe
con certeza es que la retratada es Cecilia Gallerini. Leonardo Da
Vinci la conoció en Milán, dado que ambos vivían en el mismo palacio: el
Castillo Sforzesco, propiedad de Ludovico Sforza. De hecho, Cecilia
Gallerini era la amante de Ludovico Sforza, uno de los principales mecenas de
Leonardo da Vinci.
Por su color blanco, el armiño es asociado a la pureza e inocencia. De
allí que la retratada estaría investida de esas características. Pero una
segunda lectura propone otra relación, de tipo lingüístico, entre el animal y la mujer: En
griego, el armiño es “galé”, lo cual evoca el apellido de Cecilia, “Gallerini”
Y finalmente, sabemos que uno de los apodos de Ludovico Sforza, más allá del
más conocido -“El Moro”- era “L’ Ermellino” (un pequeño armiño). Con lo cual el
animal en los brazos de Cecilia Gallerini sería una alusión al propio Ludovico
Sforza. Desde esta perspectiva, el cuadro pasaría a ser en realidad una pintura
representativa de los amantes, cuya relación estaría expuesta de una manera
sutil.
Este cuadro
es uno de los cuatro únicos retratos femeninos que realizó Leonardo en toda su
vida. Los otros tres son la archifamosa “Gioconda”, “Ginevra de Benci” y “La
belle Ferronière”.
“Ginevra de Benci”
“La belle Ferronière”
Volviendo
a la historia del cuadro de Da Vinci, la pintura pertenecía a la colección de
arte de la familia polaca Czartorysky.
Soldados aliados en la Estación Central de Ferrocarril de Cracovia,
Polonia