En las siguientes imágenes
se identifica claramente al dios egipcio Osiris, sentado en su trono de juez de los muertos,
acompañado de Isis y Neftis. Delante de él tenemos a Horus, que acompaña al
difunto. Ahora bien, ¿qué significan esas cuatro figuras posadas sobre una flor
de loto que se encuentran entre Osiris y Horus?
Se trata de los Hijos de Horus, cuatro dioses cuyas
referencias es dable encontrar ya en los textos de las pirámides del Imperio
Antiguo.
Durante el proceso de embalsamamiento, las vísceras del
difunto se introducían en unos receptáculos llamados vasos cánopos. La imagen siguiente representa una escena de traslado del difunto donde tras el cuerpo se
ubica una especie de trineo custodiado por un chacal en la parte superior en el
que se transportan los vasos cánopos del difunto. Las imágenes inferiores muestran algunos ejemplos
de tales vasos cánopos.
En el Reino Antiguo, tales recipientes tenían tapas comunes,
sin ninguna forma en especial, pero posteriormente se brindó a cada uno de
ellos una tapa con determinada imagen conforme un protocolo específico, correspondiente
a los cuatro Hijos de Horus cuya función era custodiar los diversos órganos.
Así pues, los vasos cánopos exhibían tapas con cabeza humana, de mono, de
chacal y de halcón, representativas de estos cuatro dioses, custodios del
hígado, los pulmones, el estómago y el intestino, respectivamente.