miércoles, 27 de marzo de 2019

Dos mujeres aburridas en un cuadro partido (por Alba Perez Romero)


En la sala 38 del Museo Correr, en Venecia, se encuentra una de las pinturas más famosas de la colección, titulada Las dos cortesanas.   


Si bien se le ha dado esa denominación, las mujeres retratadas distan de ser “cortesanas”, con toda la carga peyorativa de ese término. Son a todas luces dos damas distinguidas, tal como se evidencia por sus elegantes atuendos y peinados (que conforme la historia de la moda permiten datar la pintura hacia 1490/95). Además, una cantidad de símbolos aluden a su virtud. La mujer más joven lleva un collar de perlas, señal de status pero también símbolo de respeto por los votos matrimoniales, y lleva un pañuelo blanco, símbolo de pureza. Acompañan además la escena palomas, un pavo real y dos perros, alegorías de la modestia, la concordia, y la fidelidad y vigilancia. La mujer mayor, de rasgos similares a los de la joven, podría ser su madre o su hermana mayor. El jarrón sobre la balaustrada tiene grabado el escudo de la familia Preli, de rancia estirpe en la ciudad.

La escena fue cortada en la parte superior, y se corresponde con la de una obra que se encuentra actualmente en el Paul Getty Museum de Los Ángeles, en cuya parte inferior terminan los lirios del jarrón del escudo. La integración de ambas imágenes habilita una interpretación más precisa de la escena, que parece reflejar el aburrimiento de las damas mientras esperan que los hombres regresen de una partida de caza, que es lo que se representa en la parte superior.