En efecto, es en esta sacristía, y más específicamente sobre el altar, que nos encontramos con una pequeña cúpula decorada con una esfera celeste que -lejos de exhibir una serie puramente artística de astros al azar- representa el aspecto exacto del cielo en un momento determinado de la historia. Pero cuál es ese momento?
A idéntica conclusión arribó en 1981 otra historiadora, Patricia Fortini Brown. La fecha correspondería a las reuniones del Concilio de Florencia (o más propiamente del de Basilea-Ferrara-Florencia, en alusión a las tres ciudades sucesivas en que tuvo lugar)
El tema parecía resuelto, pero en 1986 la restauradora Isabella Lapi Ballerini
descubrió en la pintura otras “estrellas", que resultaron ser los
planetas Venus, Júpiter y Mercurio. Su descubrimiento permitió a los
astrónomos realizar un cálculo mucho más preciso y ahora sí los resultados parecen incuestionables: la
pintura representa el firmamento visible sobre Florencia en la mañana
del 4 de julio de 1442.
Sin embargo, resuelto el interrogante de la fecha, queda por definir qué evento se pretendía conmemorar. La restauradora sugiere que, posiblemente, los frescos "gemelos" de la
Sacristía Vieja y la Capilla Pazzi sirvieron para conmemorar la llegada
a Florencia de un importante personaje, René de Anjou.
En todo caso, aunque la cuestión parece resistirse a
develar todas sus claves, los frescos de la Sagrestia Vecchia y de la
Capilla Pazzi, con sus sugerentes mapas celestes, son un magnífico ejemplo de
la fusión entre arte y astronomía/astrología que tanta relevancia llegó a tener
en el Renacimiento.