Dentro de la mitología nórdica existe toda una serie de objetos mágicos creados por seres enanos, objetos cuya fabricación se ubica en el contexto de diversos relatos vinculados a la figura y personalidad del dios Loki, particularmente afecto a la broma y el engaño.
Así,
pues, en cierta ocasión, Loki le cortó a la diosa Sif sus largas trenzas
rubias. Cuando el esposo de Sif, Thor, atrapó a Loki, este
último prometió que los enanos resolverían el problema. Y así es como se
dirigió a Nidavellir, morada de los enanos, y solicitó a un grupo de ellos (los
hijos de Ivaldi), la confección de una
peluca de oro puro que creciera como cabello natural, como regalo para Sif. Estos mismos enanos también construyeron un barco y una lanza que Loki habría de obsequiar luego a
los dioses Freyr y Odín.
El barco que Loki regaló a Freyr es
el Skíðblaðnir. Este barco tenía dos cualidades mágicas: por un lado, toda vez que
sus velas eran desplegadas los vientos eran favorables para llevarlo rectamente
a destino, y además, podía ser plegado como una servilleta para ser
llevado en el bolsillo.
Finalmente,
la lanza Gungnir, regalo para Odín, tenía la cualidad de dar infaliblemente en
su blanco. El símbolo consignado en la imagen, conocido como Ygrgugnir (lanza terrible). representa la lanza Gungnir del dios Odin. Este símbolo solía marcarse o tallarse en la punta de las lanzas y venablos (lanzas pequeñas) de los guerreros para hacerlas infalibles a la manera de la lanza Gungnir de Odin.