La iconología, cuya madurez corresponde al momento de su sistematización mediante la figura de Erwin Panofsky, tiene unos orígenes verdaderamente apasionantes bajo la sugerente personalidad intelectual de Aby Warburg. La interpretación con clave astrológica por parte de este estudioso de los famosos frescos del Palazzo Schifanoia de Ferrara, en 1912, se convierte justamente en el hito emblemático del nacimiento de la iconología.
El palazzo Schifanoia es un edificio de Ferrara, construido en 1385. Se construyó por mandato de Alberto V de Este y es especialmente famoso por los frescos de la «sala de los meses» (Salone dei Mesi), que incluye el ciclo pictórico más importante del Quattrocento italiano.
Diseñados por Cosimo Tura y por el astrólogo Pellegrino Prisciani, participaron colectivamente para su realización los mejores pintores de la Escuela de Ferrara, entre ellos Francesco del Cossa y Ercole de Roberti, siendo retocados poco más tarde por Baldassare d'Este, que se encargó de los retratos de los miembros de la familia de Borso d'Este.
Las medidas del salón son de aproximadamente unos 24 metros de largo por 11 de ancho y 7,5 de alto. El nombre del salón deriva de las personificaciones de meses del año, cada uno en correspondencia con un símbolo zodiacal y con alegorías relacionadas con los trabajos propios de la época del año.
Los frescos que decoran las paredes se estructuran en tres registros de anchura variable, siendo el central el que se presenta en clave astrológica con figuras representativas de los signos zodiacales en sus tres decanatos. La franja superior exhibe alegorías de diversas divinidades mitológicas asociadas a cada uno de los meses del año y la franja inferior presenta escenas de la vida y el gobierno de Borso d`Este. (por ejemplo, escenas de caza, recepción de embajadores, asistencia a palios, etc)
El palacio recibe su nombre de la expresión italiana “schiva la noia”, traducible como “evita el aburrimiento” y formaba parte de un conjunto de residencias de la familia d’Este destinadas a funciones sociales y de esparcimiento, realización de banquetes y recepciones. Sin embargo, en el curso de los siglos, la propiedad fue asignada a muy variados destinos, entre ellos, por ejemplo, constituirse como depósito al por mayor de tabaco. Esto afectó las pinturas, especialmente las de la franja inferior, por lo que a la fecha no todos los meses son visibles y algunos se encuentran gravemente deteriorados. La lectura se realiza en sentido contrario al de las agujas del reloj.
No obstante, lo que queda de los frescos es de todos modos altamente significativo y presenta, particularmente en punto a la franja central, una interesante serie de desafíos interpretativos desde el punto de vista iconográfico, resultado de la fusión de fuentes empleadas por los autores para su ejecución.