Extraña conexión la que se verifica entre los componentes del título de esta entrada! Pero qué pasaría si la ubicamos en el contexto de los años 1815 y 1816?
En efecto, en el año 1815, el volcán Tambora, en Indonesia, registró una erupción grado 7 (de los 8 con que cuenta la escala IEV -índice de explosividad volcánica-, apenas un punto por debajo de la máxima, calificada como "apocalíptica"). Las explosiones, que hicieron perder a la montaña unos 1500 metros de altura, fueron escuchadas a más de 2000 km de distancia, y las cenizas proyectadas se esparcieron por el planeta durante meses, alterando el clima a punto tal que 1816 es conocido universalmente por los meteorólogos como "el año sin verano".
En Londres, las partículas en suspensión provocaron que amaneceres y atardeceres adquirieran coloraciones asombrosas, que algunos teóricos encuentran reflejadas particularmente en la obra del pintor William Turner.
Mientras, en Suiza, a orillas del Lac Leman, un grupo de amigos, Percy Shelley, Mary Godwin (luego Shelley), Lord Byron, Claire Clermont y John Polidori compartían días de verano inusualmente tormentosos, amenizando sus conversaciones con leyendas germánicas sobre fantasmas y escribiendo historias terroríficas. En este marco, la joven Godwin, de apenas 19 años, escribirá Frankenstein, o el moderno Prometeo, concebida inicialmente como un cuento para compartir en aquellas veladas y que ampliará y publicará como novela un par de años después.
La leyenda también atribuye a este fenómeno la creación de la canción Noche de Paz, el celebérrimo villancico de Mohr y Gruber, de 1816-1818. Dícese al respecto que el órgano de la iglesia de Oberndorf, cerca de Salzburg, se había descompuesto y dadas las inusuales inclemencias climáticas, su reparación a tiempo para la Navidad resultaba impracticable. El párroco, Joseph Mohr, se enfrentaba a la poco festiva situación de tener que celebrar los rituales navideños sin música, razón por la cual rescató un poema que había escrito dos años atrás y solicitó al compositor Franz Gruber lo pusiera en música para un acompañamiento con guitarra, La versión del poema de Mohr con música en guitarra de Gruber se estrenó en efecto en 1818, el coro repitiendo el último verso de cada estrofa. Sin embargo, parece que esta historia no es auténtica ya que la primera referencia a un órgano averiado se encuentra en una nota publicada en los Estados Unidos en 1930. Habría que chequar sus fuentes!